11 años después: del “A ver si entienden…” al “Muchas gracias…”

En un periodo de tiempo en donde se cambió la mentalidad, Racing se asentó como una institución modelo en el fútbol argentino, ahora materializándolo en resultados deportivos, dejando atrás una época caótica donde solo se pensaba en no descender.

“A ver si entienden todos los jugadores, hay que ir al frente por los colores; a ver si entienden todos los dirigentes, Racing es grande por esta gente…” era uno de los hitazos de aquella época llena de crisis en donde la Academia se preparaba todos los torneos pensando en mantener la categoría.

El abismo estuvo cerca: en 2008 se jugó la Promoción ante Belgrano de Córdoba y por la mínima, Racing se quedó con el triunfo y en consecuencia con su lugar en la máxima categoría del fútbol argentino. De allí, el andar siguió siendo irregular, pero claro que el promedio se fue alejando con el correr del tiempo, pero el equipo seguía siendo de mitad de tabla para abajo.

Pasó 2009, también 2010 y Racing no aparecía en los primeros planos ni de casualidad. ¿Lo más cerca de un título? En el Torneo Apertura 2011 donde el Cholo Simeone era el entrenador por aquel entonces y el equipo terminó segundo ¡A 12 puntos de Boca! Sí, a 12, y eso fue lo más cerca que estuvo de un título en tiempos caóticos y poco alegres.

Acaecieron los años, los torneos y los fracasos deportivos eran moneda corriente en nuestro lado de Avellaneda. Eliminaciones prematuras en Copas Sudamericanas (2012 en manos de Lanús y 2013 ante Colón). Racing seguía sin poder figurar deportivamente. Hasta que esto cambió cuando ocurrió el campeonato del 2014 y allí se hizo un click mental de la mano de Diego Milito, Diego Cocca y claro, de la actual dirigencia comandad por Víctor Blanco.

Llegó el título y con ello las participaciones internacionales, una clara deuda de Racing a lo largo de todos estos años. Aún así, el club creció en todos los aspectos. Institucional, social y deportivamente. Si bien fueron cinco años sin poder sumar estrellitas, el equipo se posicionó de mitad de tabla para arriba en casi todos los torneos consiguientes y la institución se fue ganando el reconocimiento y respeto de todos sus pares.

Y estos años de hacer bien las cosas se volvió a llevar a efecto con la obtención del actual campeonato de la Superliga 2018-19 dejando atrás una etapa poco alegre, como tantas, de la historia racinguista. Con todo lo bueno que se vivió y se logró a lo largo de este proceso, dan lugar a la ilusión de que el club encuentre un sendero similar al de los años de auge en donde todo era alegría y festejos.

Sin lugar a dudas, fueron 11 años en donde se pasó de campañas nefastas, equipos mediocres y mentalidad negativa donde en las tribunas del Cilindro sonaba el “La camiseta de Racing se tiene que transpirar; sino no se la pongan, váyanse y no roben más..” o el “Siempre estuvimos en las malas, las buenas ya van a venir…”, a torneos peleando los primeros puestos, planteles competitivos y mentalidad superpositiva (#Racing Positivo) en donde sonó, en dos oportunidades en cinco años, el “Muchas gracias a los jugadores; gracias por salir campeones…”.

Esperemos que todo lo vivido a lo largo de esta década, y un poquito más, sirva para que las nuevas generaciones crezcan viendo un Racing ganador y para que las generaciones anteriores, la mía, la de usted, tengan memoria de los momentos sufridos que se tuvo que sobrepasar para poder vivir esta coyuntura maravillosa en donde el equipo nos brinda alegrías constantemente.