Carta para Lisandro

Pasaron más de 24 horas de tu conferencia de prensa en donde anunciaste que te ibas. Esa conferencia que hasta último momento deseaba que digas que todo era mentira, que querías hablar para decir que te quedabas un año más y que anhelabas un nuevo título.

Pero no. Te fuiste de una manera en la que el hincha de Racing no quería, fuera de las canchas, solo con periodistas. Te merecías un Cilindro lleno, gritando por última vez “LISANDRO, LISANDRO…” y que sientas ese cariño que todo académico siente por vos.

Pero no sólo se cierra una etapa para vos, sino también se desvanece una para mí. Porque fuiste mi gran referente en mi adolescencia. Ese que allá por 2004 me hacía ilusionar, que jugaba y bailaba con la “gata” Fernández y Mariano González. El que todos queríamos ser marcándole siempre a Independiente en los clásicos. Hasta te diste el lujo de hacer un golazo ante Navarro Montoya, pararte en un cartel frente a la platea que estaba dentro de la cancha y recibir ese amor enorme que desde chico empezaste a forjar.

A pesar de no ganar algún campeonato en tu primera etapa, dejaste una huella dentro del club en tan poco tiempo desde tu debut hasta tu partida. Tanto que te seguí y admiraba tus logros en Europa. Primero en Porto y luego en el Lyon. Pero perdí tu rastro cuando tu carrera siguió en Qatar, casi no llegaban noticias de tu desempeño en esa liga. Cuando decidiste volver al continente y desembarcar en el Inter de Porto Alegre me desilusioné, no entendía porque no regresabas al club que te vio nacer futbolísticamente. Pero con el tiempo lo entendí, necesitabas retomar ese ritmo sudamericano dentro de una cancha, ser competitivo y te tomaste ese año para lograrlo.

Pero por fin, volviste… En 2016, diciendo que querías cumplir tu sueño de dejar un campeonato en la institución que te formó. Pasaron varios años, algunos técnicos y no se te daba. No se nos daba. A pesar de lograr clasificaciones a torneos internacionales de forma consecutiva, no alcanzabas la gloria. Hasta que llegó. Ese gran torneo que te vio goleador, al igual que en el 2004, en el que mostraste todo un repertorio de como definir y guiar a un equipo a lo máximo. Lo deseaba mucho para festejar, pero más lo quería para que vos seas feliz, que se cumpla eso por lo que tanto luchaste y tanto te merecías.

Ojalá sea un hasta luego y no un adiós. Porque siempre te vamos a querer ver cerca de Racing, cerca de tu casa. Se cierra un ciclo muy positivo para vos, pero se cierra una etapa muy larga para mí, y con ella se va mi último gran ídolo.

Gracias, Licha.

Periodista

Juan Paulo Bustamante

Periodista especializado en Deportes (ISEC) Socio 24199 #YoMilito #RacingPositivo