Colón fue por la gloria y Racing solo a cumplir
Triste final de torneo la que jugó Racing, una final que esperábamos con cierta ilusión, no porque el equipo respondiera con un buen juego, pero si con la fortaleza anímica que venía exhibiendo en los últimos encuentros, la que le permitió superar falencias y llegar a esta instancia tan definitiva.
No solo se perdió una nueva final, se perdió ganar una nueva copa y se perdió clasificar a la Libertadores del 2022, objetivos por demás importantes para la Racing y para nosotros los hinchas.
Racing nunca le encontró la vuelta al partido, le pasó otras veces, pero últimamente sacaba a relucir fuerzas internas con las que lograba equilibrar las acciones y ganarlos, pero esta vez se lo vio raro, casi diría como relajado, como sin interés por lo que se jugaba y no es para menospreciar el justo triunfo de Colón.
Porque hasta el final del primer tiempo, Colón era el dueño del encuentro pero Gómez prácticamente no intervino y Racing tenía la gran oportunidad de cambiar para equilibrar el trámite en el segundo tiempo.
La segunda parte la entrada de Moreno por Piatti, hizo que Racing emparejara las acciones, ante un Colón que ya no jugaba tan suelto, pero después de la jugada en que Sigali pierde la pelota y llega el primer tanto de la visita, el equipo mostró su peor imagen, la de la final perdida ante River, desmoronándose anímicamente con una llamativa fragilidad, lo que lo llevó a no poder reaccionar ni mental ni físicamente, ante un equipo que mostraba además del juego, el valor de ir por la gloria.
Después llegaron los demás goles y el merecido festejo sabalero, mientras los jugadores de Racing eran la imagen de la impotencia.
Ayer Colón fue por la gloria y Racing solo a cumplir, porque no compitió ante un rival que cuando lo enfrentó durante el torneo, supo ganarle realizando uno de sus mejores partidos, pero hoy vaya a saber porque, lo respetó demasiado y solo atinó a defenderse sin lograr sin patear al arco, ni tener una jugada de real peligro a favor (salvo la de Piatti)
También en algunos jugadores se dan ciertas razones emocionales y con todo respeto me pareció que le pudo suceder a Chancalay, que junto con Arias, venía siendo una de las cartas de triunfo en los últimos encuentros, pero anoche se lo vio muy impreciso con la pelota, fallando groseramente en los tiros libres y hasta en una jugada que pudo definir y se demoró, situación que me hizo pensar que jugar una final frente a ex equipo, el que además nunca había salido campeón, pudo haberle quitado concentración y con esta descripción solo señalo situaciones que se han dado en el profesionalismo, no buscando un culpable porque todo el equipo jugo con un llamativo desinterés, que da para pensar.
Solo ellos sabrán porque en las finales el equipo no es competitivo en ninguno de sus aspectos y como siempre habrá excusas, pero Pizzi sabe que hay que mejorar y mucho, porque si bien en base a la actitud habían logrado cambiar la mala imagen del principio, no se puede jugar dependiendo de la suerte.
Hasta pronto.
Lococo
Pascual
El hincha que hincha. Un hincha de Racing Club de Avellaneda, con todo lo que eso significa.