Se nota un nuevo renacer en Juan Antonio Pizzi, quien emulando a Eduardo Coudet se recuperó con una victoria ante Rosario Central y habló sin tapujos, enviando un mensaje a la dirigencia de «Unión», una palabra que hace por lo menos 1 año no se percibe en Racing por muchas internas dirigenciales.
“Yo necesito que todos estemos juntos, me hubiese gustado algún apoyo más institucional”, lanzó a diestra y siniestra el santafesino. Sin dudar vivió la peor semana en el cargo como entrenador, debido a que este encuentro definía su futuro sentado en el banco, según los trascendidos que dejaban circular los dirigentes.
Juan Antonio Pizzi metió mano en el equipo. Sacó a Rojas, Reniero, Melgarejo y Fabricio Domínguez del mismo (Sigali por obligación por dar positivo en Covid-19). Metió un medio más ágil y, en principio, se volcó por confiar en el despliegue del trio Chancalay-Copetti-Lovera. Sin dudas, funcionaron mejor e hicieron ver una mejor versión del equipo en un sistema 4-3-2-1 o 4-3-3, cuando se decidía a presionar bien alto. Es por ello, que agrupados en una zona de 20 metros entre línea y línea, Racing jugó el mejor primer tiempo de la era del entrenador.
Por otro lado, hay un acierto en regresar a Nery a la cueva junto a Novillo. Estos se vieron firmes en el fondo, ayudados por un Lolo Miranda que desempeño una función más estática en el medio como 5 de marca y apoyo, donde el acompañamiento de Aníbal Moreno le dio contención por el juego y el quite que tiene el ex Newells.
La pregunta futura será cuando Sigali vuelva a estar al 100%. Allí, veremos como volverá a armar ese triángulo defensivo el DT. Schelotto le faltó un poco de soltura en ataque, pero ayudó a que la defensa sea sólida, al igual que Mena por la izquierda.
Estos son algunos de los aciertos del DT que después de perder una final por goleada, de soportar su peor semana como técnico; demostró su ingenio más fortaleza a la hora de tomar decisiones, las cuales tuvo la devolución en el césped por parte de sus jugadores, quienes con actitud se adaptaron al cambió de esquema para ganar el partido de la mano de un Enzo Copetti bandera del empuje.
Racing fue combativo, esperanzador por dar la sensación amenazante en el área rival por virtudes individuales que hay en el plantel. Aún le falta mejorar en la agresividad con la pelota y el sostener la presión, pero se ve una mejora en conjunto. Un plus, este equipo es peligroso con la pelota parada, clave ante Aldosivi y ahora, ante Rosario Central.
Esta victoria no es una más, es una de esas que marca, porque se hablaba que definía el futuro del entrenador. Es por ello, que pidió por apoyo dirigencial Pizzi cuando finalizó el encuentro, porque en esta victoria ante Rosario Central sintió que solo eran él, el Mago y los jugadores, nadie más. Obtuvo la victoria, corrigió errores, comenzó el camino a encontrar el equipo y mostró fortaleza como persona tras aguantar golpes. Sin dudas, esperemos que se repita la misma historia de Eduardo Coudet, que este sea el despertar de Juan Antonio Pizzi y de Racing en su conjunto para festejar a fin del torneo o de año, un nuevo título.
Amo Avellaneda. Amo la UNDAV. Amo estar haciendo periodismo en la vereda correcta.
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