El obrero silencioso de Racing
Maximiliano Salas, el obrero silencioso de Racing, tuvo un buen partido ante Newell’s. “Vamos Paso a Paso”. El delantero que aún no convirtió dijo estar tranquilo y que el gol llegará cuando tenga que llegar.
Su incorporación llamó la atención a más de uno. A sus 26 años había transitado su camino por All Boys, Necaxa de México, O’Higgins y Palestino de Chile. Allí fue dirigido por Gustavo Costas. El entrenador lo pidió con insistencia. Hoy se entiende el motivo.
El escenario de anoche se presentaba complicado. El equipo de Larriera había ganado los cuatros primeros partidos y era sensación. De la mano del repatriado Ever Banega desplegó un fútbol cautivante a la vista con mucha efectividad. Sin embargo, para el oriundo de Curuzú Cuatiá “el primer tiempo salió como lo habíamos planeado. Lo esperamos para comer en el medio y salir de contra. Fue exacto”.
No ocultó su alegría por la goleada (Racing había vencido 3-0 en 1958 y sólo convirtió 4 goles en el Metro de 1976 en otra victoria, pero por 4-3), “muy contento por el triunfo. Una cancha muy difícil. Nos supimos plantar de igual a igual y por eso nos llevamos los tres puntos” y agregó “ahora nos toca Godoy Cruz en nuestra casa. Partido tras partido. Vamos mejorando”.
Sobre el gol que no llega (con San Lorenzo tuvo dos chances clarísimas) afirmó, «yo estoy muy tranquilo. El gol va a venir cuando tenga que ser. Estoy para sumar para el equipo, para el grupo y para lo que pida el DT”.
Sobre su compañero en Racing, Adrián Martínez destacó, “Es una maravilla. Mete, corre todo y hace goles. Es un extraordinario jugador. Lo felicito por todo lo que le pasó. Muy contento por él y por el grupo que siempre tira para adelante”
Para el final dejó la frase racinguista por excelencia, el mantra académico patentado por Reinaldo Merlo, “hay que ilusionarnos si, pero Paso a Paso”.
Periodista
Richard Simón Martínez
Periodista UAJFK. El fútbol se juega con los pies y se siente con el corazón. Guardiolista de la primera hora.