Figura ausente en el peor momento

Racing cayó de forma deplorable por 3 a 0 ante Colón y dejando una pálida imagen en el encuentro más importante del semestre. Figura ausente en el peor momento.

El conjunto de Juan Antonio Pizzi jugó el cotejo de la misma forma que lo venía realizando en las etapas previas que logró avanzar gracias a los penales. Careció fundamentalmente de voluntad para ir a ganar una final. Las estadísticas marcan que no tuvo tiros al arco defendido por Burián lo cual marca de manera perfecta lo que fueron los noventa minutos.

A pesar de no contar con los jugadores chilenos, fundamentales para este plantel, la falta de ambición al entrar al campo de juego es lo que más duele para el hincha indistintamente del cuadro que sea.

En la primera mitad, se observó tal cual el encuentro que deseó el entrenador académico, casi sin chances de gol, sin sufrimiento para el arco del «Chila» Gómez pero tampoco teniendo ocasiones en ataque para convertir. La única clara la desperdició Ignacio Piatti que en lugar de rematar decidió enganchar lo que significó la pérdida de tiempo y de la pelota.

El complemento fue lo peor visto desde la derrota 0-5 ante River. Descuidado en el fondo, sin precisión y sin poderío ofensivo.

Rendimientos muy por debajo de lo que se pudo ver en algunos jugadores. Tomás Chancalay que llegaba a esta final como el hombre más peligroso hizo todo mal. Tiros libres a cualquier parte, pelotas perdidas sin lucharlas y nada de desequilibrio en el mano a mano. Otro que tuvo su peor versión fue Ignacio Piatti. El ex volante de San Lorenzo era quién podía darle algo de juego a Racing pero sin embargo en la mayoría de las veces que la pelota estuvo en sus pies, termina en los pies del rival.

Nada para destacar para la academia en la segunda final perdida por goleada desde la llegada de Juan Antonio Pizzi. Sin ser protagonista y sin presentar carácter es muy complicado terminar siendo el campeón.