Figura: Zaracho y su convicción

Racing disputó en Tucumán ante “el decano” su primer encuentro de la Superliga y el volante surgido de las inferiores del club fue el eje necesario en el mediocampo para marcar el rumbo.

Los conducidos por Eduardo Coudet tuvieron un primer tiempo sólido con varias chances de gol y sin pasar sobresaltos en el arco defendido por Gabriel Arias. Por el contrario, en el complemento despilfarró todo lo hecho en los primeros cuarenta y cinco minutos; dubitativo, con excesiva individualidad en algunas ocasiones, nervioso y totalmente inseguro en la parte defensiva.

Matías Zaracho fue el destacado del cotejo a raíz que mostró un gran nivel en el comienzo y regularidad en el segundo tiempo. Estuvo cerca de abrir el marcador tras un rebote corto de Cristian Lucchetti pero su remate se estrelló en el travesaño. Aunque el joven de veinte años surgido del “Tita” no se achicó, sigo presionando bien arriba, manejando de manera correcta los ataques de “la academia” y pidiendo siempre la pelota buscando el arco rival.

En la etapa final, cuando el rendimiento de Racing mermó, Zaracho siguió corriendo para recuperar el balón lo más arriba posible y ayudar tanto a Lisandro como a Bou en la gestación de los avances racinguistas.

A pesar de que se volvió a Avellaneda con gusto a poco, el empate en el norte del suelo argentino dejó buenas impresiones en el primer partido de los chilenos Mena y Díaz al igual que un buen funcionamiento, por momentos, de la dupla de ataque que aún le falta para poder ensamblarse de gran manera. No fue el comienzo de campeonato ideal, pero el primer tiempo visto en Tucumán da pie para ilusionarse con buen juego y compromiso de cara a los que se viene.