Los fusilamientos en la cancha de Racing

A 44 años de los fusilamientos frente a los muros del Cilindro, este 22 de febrero se recordó uno de los hechos más aberrantes que tienen el fútbol, Racing y la última dictadura cívico militar.

Racing en el 77´ tuvo otro encontronazo con la historia nacional, esta vez no por una hazaña deportiva, sino por seis personas desaparecidas y fusiladas frente a los muros del Cilindro de Avellaneda.

Estas personas de entre 18 y 45 años todavía permanecen sin identificar, ni muertas ni vivas, desaparecidas. Si bien ya pasaron más de cuatro décadas desde que un joven Osmar Corbatta junto a su amigo caminaban por la calle Colon, entre Alsina e Italia y se encontraron con seis cuerpos baleados y tirados en la vereda.

Este episodio poco recordado, también forma parte de la historia del club, de los hinchas y de estos colores. Esa madrugada el wing y su amigo actuaron como ameritaba en la época, se fueron a sus casas y no volvieron a hablar del tema. A esa altura del año la dictadura más violenta que tuvo la historia de la Argentina ya llevaba once meses de represión, detención y desaparición forzada de personas. El miedo y el silencio era el reflejo de una sociedad que temía denunciar estos crímenes de violencia.

Muchos años después, con la Memoria, la Verdad y la Justicia, Rafael Barone se acercó a la comisaria para declarar lo que había visto esa madrugada en calidad de testigo presencial. Una causa que investiga los crimines de lesa humanidad perpetuados por el Primer Cuerpo del Ejército durante la dictadura se abrió a partir de su declaración testimonial, pero 44 años después no alcanza la información para determinar la identidad de estas personas fusiladas en la vieja boletería del estadio, ni tampoco se condenaron a los culpables.

Con el esfuerzo realizado por Micaela Polak, periodista e investigadora, se reveló una documentación de la Comisión por la Memoria de la Provincia de Buenos Aires, que aseguraba según un informe de la policía de esa época, haber existido un “enfrentamiento” entre los militares y Montoneros que realizaban una pintada en las paredes aproximadamente a las dos de la madrugada.

Una práctica habitual de la dictadura militar era fusilar de cara a un paredón, y así declaran sobrevivientes del Centro de Detención “El Infierno” de Avellaneda, que lejos de ser un estadio, entre 1976 y 1978 funciono como centro clandestino de detención y tortura. El lugar donde se efectuaban “traslados” hacia las calles menos concurridas y más oscuras del distrito, se cree que los fusilados salieron del “infierno” hacia las calles del Cilindro para ser asesinados.

En la actualidad ya sin testigos ni más datos precisos, solo queda confiar en el trabajo del Equipo de Antropología Forense que exhuma e identifica restos aseos de desaparecidos y asesinados durante la última dictadura cívico militar. Hoy el antiguo centro clandestino de detención es un Espacio de la Memoria conmemorado por la Municipalidad de Avellaneda y los cuatro N.N varones y las dos mujeres N.N son recordados orgullosamente por sus hinchas con un mural diseñado por Mario Almaraz y pintado de manera colectiva el 24 de marzo del 2019.

Llegando a la calle que hoy se llama Diego Alberto Milito, se puede ver en la vereda frente al Cilindro el pañuelo significativo de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, la pelota manchada de sangre y el lema “los fusilados de Racing 22/2/1977”. Porque así como otros clubes, son el ejemplo de Banfield o Gimnasia de La Plata toman conciencia y actúan para reparar los hechos silenciados durante la Década Infame, los hinchas y familiares recuerdan esta parte de la historia de Racing, porque un club sin memoria es un club sin pasado ni futuro. Presentes ahora y siempre.