Nicolás Muscio: No bajar los brazos trae recompensa

La joven promesa de 21 años de la academia , Nicolás Muscio que vislumbró en pocos partidos a Eduardo Coudet y que por primera vez fue convocado por el entrenador de la primera división.

Desde muy chico, gracias a la transmisión de esta hermosa pasión llamada Racing, se adentró al club de Avellaneda. Cuando tenía pocos meses ya visitaba con frecuencia el estadio Presidente Perón en los brazos de Daniel Muscio, su padre.

A los 5 años llegó a la institución y fue recibido por Ramón “Monchi” Medina, entrenador pero por sobre todas las cosas gran formador de chicos quién puso sus ojos en Nicolás instruyéndolo en el mundo del fútbol.

Fue pasando por cada una de las categorías mostrando sus cualidades y vistiendo con placer la camiseta blanca y celeste. Siempre contando con el apoyo de toda su familia enteramente racinguista.

Entre 2016 y 2017, Muscio estuvo cerca de formar parte de la pretemporada de la primera división pero los cambios en el cuerpo técnico y algunas lesiones hicieron que la misma se demore más de lo pensado.

Volante por izquierda, zurdo, encarador, con mucha velocidad, habilidoso, con mucha actitud y con una garra impresionante a la hora de presionar en busca de la pelota son las características que resaltan en Nicolás.

El joven nacido en Lanús en febrero de 1998 dejó atrás esa poca participación en el último año en la reserva comanda por Juan Ramón Fleita. Tan sólo dos encuentros como titular frente a Boca e Independiente, unos pocos partidos con la cuarta división y unos minutos en la Copa Ipiranga (certamen internacional Sub 20) fueron el saldo de una floja temporada hasta el comienzo de la Copa de la Superliga.

Aunque el presente de Nicolás Muscio es mucho más optimista. Siendo figura con la reserva en las series de la Copa de la Superliga ante San Martín de Tucumán y Newell´s respectivamente, Eduardo Coudet no demoró en llevarlo con él a la primera división y tenerlo como opción dentro del plantel junto con su mejor amigo Matías Zaracho y con su ídolo de la infancia Lisandro López.

Más que merecida la chance de estar concentrado para el partido de esta noche ante Tigre con la ilusión de que llegue ese momento de ingresar y cumplir el sueño que lo mantiene en velo desde los 5 años, pisar el Cilindro de Avellaneda defendiendo la gloriosa camiseta de la academia.

Foto: Prensa Racing Club