No estuvo a la altura del clásico
Nuevo encuentro clave con derrota de Juan Antonio Pizzi quién vuelve a demostrar no merecer estar sentado en el banco de suplentes de Racing. No estuvo a la altura del clásico.
La academia perdió el duelo de Avellaneda dejando una imagen de equipo sin eje ni ideas. Más aún cuando salió Lisandro López, uno de los pocos en cancha que entiende como jugar esta clase de cotejos y que es uno de los máximos goleadores enfrentando a Independiente.
El director técnico leyó horriblemente el encuentro y realizó varios cambios que solo él pudo ver. Perdiendo sacó al lateral derecho para poner a otro de características similares que no iba cambiar en nada el rumbo.
Tomó la decisión de dejar en cancha a Joaquín Correa que hizo todo mal y hacer la modificación de Benjamín Garré por Enzo Copetti, este último uno de los pocos que luchaba y peleaba cada balón. Por último, salió Miranda e ingresó Matías Rojas, por ende jugó los últimos minutos de un clásico un jugador totalmente resistido por la gente académica y que además desde que llegó al club no tuvo ni un partido a la altura de usar la número 10 de Racing.
Pero lo peor que hizo Juan Antonio Pizzi fue sacar del campo de juego a Lisandro López. Un hombre que sabe, entiende, conoce y tiene toda la experiencia en este tipo de encuentros y que se encontraba perfectamente bien físicamente. Sumado a esto, el ingreso por él fue de Ignacio Piatti, que iba a intentar hacer lo mismo que Lisandro pero claramente sin el nivel del mismo.
Otro con experiencia era Darío Cvitanich, aunque al cuerpo técnico pareció no convencerlo y dejar afuera a uno de los pocos que con sapiencia e ideas diferentes podía torcer el tanteador.
Por esto mismo, se puede ver que el entrenador de la academia no estuvo a la altura de lo que es un clásico de Avellaneda ni ha estado a la altura del lugar que ocupa dentro de uno de los grandes del fútbol argentino.
Periodista
Juan Paulo Bustamante
Periodista especializado en Deportes (ISEC) Socio 24199 #YoMilito #RacingPositivo