Perfil de Agustín Allione: “Vértigo y talento por las bandas”
El volante, uno de los grandes deseos de Eduardo Coudet, se transformará en el quinto refuerzo de Racing proveniente de Palmeiras y tras disputar la última temporada en Bahía. A sus 23 años, su carrera se estancó, pero el Chacho confía en el abanico de virtudes de Peluce: rapidez, buena pegada y gambeta, sus atributos destacados.
Lo pidió una y otra vez. Pasaron los semestres, los mercados de pases y la insistencia siguió, casi como una necesidad o un capricho. Pero una vez se le cumplió aquel deseo que arrastró desde su paso por Rosario: Eduardo Coudet podrá dirigir a Agustín Allione, un fetiche que sufrió en carne propia. El volante surgido de la cantera de Vélez será el quinto refuerzo para Racing. Su habilidad con ambas piernas, panorama y buena ejecución llegarán para pelearle el puesto a Matías Zaracho.
Con un cambio de ritmo muy bueno, talento técnico y panorama para ubicarse como enganche y capacidad para jugar con ambos perfiles, Allione es uno de esos volantes polifuncionales que le dan variantes tácticas y de calidad a los entrenadores. Esas cualidades diversas sumada a su gambeta en el uno contra uno y buena pegada para asistir, lo convirtieron en uno de los volantes más prometedores de Argentina. Sin embargo, nunca terminó de explotar en Brasil.
En 2012 irrumpió abruptamente en la Primera del Fortín con sólo 17 años mostrando aplomo y desfachatez para jugar combinando su velocidad y su buen manejo. Con poca edad fue el suplente de Augusto Fernández en el Vélez ganador que gestó Ricardo Gareca. En las poquito más de dos temporadas que estuvo en la entidad de Liniers mostró todo su repertorio: siete goles, seis asistencias y tres títulos en los 57 encuentros que disputó con la V en el pecho. Dejó el club en julio de 2014 para ir a Palmeiras en algo menos de tres millones de dólares.
En el Verdao partició en la Copa Libertadores 2015, donde se midió contra Rosario Central dirigido por Coudet. Curiosamente, en esos duelos también estuvo Jonathan Cristaldo, otra obsesión del entrenador que fue cumplida en este receso. Su primera experiencia en Brasil fue de mayor a menor, perdieron terreno progresivamente hasta ser cedido al Bahía, una institución pequeña. Entre Brasileirao, estaduales, Copa de Brasil y Libertadores jugó 66 partidos, hizo media docena de goles, siete asistencias y fue parte de la Copa Brasil 2015 y Serie A 2016.
En Bahía continuó su tendencia al estancamiento. Comenzó siendo importante allí y terminó como suplente en sus dos préstamos. A pesar de ganar el Campeonato Bahiano y la Copa do Noreste (ambos torneos estaduales menores), anotó sólo tres goles (brindó una decena de pases gol, un dato destacado), no pudo explotar todo ese potencial que insinuó en Vélez.
Con mucha juventud y camino por desandar, quedará en Coudet rescatarlo y sacarles jugo a características variadas y que escasean en el fútbol argentino. A pesar de llegar cabizbajo, Peluche Allione puede hacer mucho ruido. Racing lo espera.
Periodista
Ramiro Cué Barberena
Técnico Superior en Periodismo Deportivo (Éter) Rock and Ball