Próximo destino: Cuartos de final
Racing se subió al avión de los mejores ocho del continente y como si fuera poco los aires indican que el próximo rival a enfrentar en la Copa Libertadores seria Boca Juniors. El capitán lo adelantó “No importa contra quien” este equipo esta para volar alto.
Los hinchas no bajan de las nubes y ya empiezan a diseñar el próximo encuentro para seguir haciendo historia, el equipo a enfrentar se sabrá recién la semana próxima pero ya se relamen las manos por si se define con un clásico bien argentino o si hay que viajar devuelta a Brasil para chocar con otro grande del continente.
Esta victoria llena de gloria despejó el cielo nublado que había en el club, el conflicto entre el ídolo y los dirigentes le hicieron el marco ideal para que hoy sea todo turbulencias, los supuestos enojos del plantel con el director técnico y las declaraciones de Beccacece mantuvieron en vilo a todos los hinchas y al periodismo que no daban ni un solo peso por esta delegación. La verdad está en frente, estos jugadores en conjunto con todo el cuerpo técnico se tomaron un vuelo a la gloria eterna y le regalaron a sus hinchas una felicidad digna de cerrar este año caótico.
Nobleza obliga recordar que uno de los primeros que se subió al avión ganador fue el mediocampista Marcelo Díaz que en muletas y recién operado no se bajó y pidió que no se olviden de los lesionados, muestra de apoyo y transparencia que lejos está de ser un referente que se borra en las malas, la historia está llena de estos. Los jóvenes y niños que se abrochen los cinturones pedía el piloto al que no le hicieron caso, ante esta rebeldía la insurrección era de esperar.
Fabricio Domínguez con miedo en el viaje de ida, durante la vuelta tomó los recaudos necesarios para viajar con tranquilidad, el rayo de Vitinho tan rápido y sorpresivo fue una preocupación durante toda la noche, Bruno Henrique soplo y empujo a todo el equipo para que se viniera como viento en popa a un Racing refugiado en su propio arco. El alivio llego a los primeros minutos del segundo tiempo cuando el piloto y capitán del equipo Licha López logro generar una falta que terminase en la expulsión por doble amarilla de Rodrigo Caio, en esos dos minutos las nubes le dieron paso al destello de luz que terminaría en grito sagrado. Leonardo Sigali marcaría el gol al que se aferró hasta los últimos minutos de juego.
La noche brasilera se vino encima y tocado su orgullo de campeón, el Fla le puso nafta a su carro y paso por encima a La Academia el resto del encuentro. Un Gabi Arias angelical salvo el cero todas las veces que tocaron a puerta y cuando se llegaba a destino, el avión se vino a pique. Blancos por la palidez del susto final, los jugadores se fueron a la arenga grupal, el técnico juntó a todos y les indico como se sentarían, los más grandes adelante para que tomen la posta del partido y los pibes se sentarían en el fondo.
A ellos les toco patear al final, sin miedo y con una sonrisa burlona,Carlos Alcaraz ajusticio a uno de los arqueros más atajadores de penales que hay en la actualidad. El último turno fue del uruguayo Domínguez, apuesta del técnico y con el pasado cercano de malograr un penal semanas atrás, le rompió la red al arquero para que la gloria trascienda fronteras y el grito de desahogo resuene en toda la ciudad de Avellaneda.
Punto aparte para hablar de las manos sagradas del arquero y los gritos de toda la noche de Sebastián Beccacece, el técnico bajó a tierra y beso el suelo donde se hizo historia. Las malas lenguas hablaran pero la realidad es la única verdad, otra página más en el libro de las glorias eternas.
Redactor
Gonza Suárez
Estudiante de la Lic. en Periodismo en UNDAV, hincha de Racing como mi viejo. Fútbol de la Ciudad en la Radio Pública de Avellaneda. FM 88.7 Radio A