Racing está enredado en su propio sueño

Racing está enredado en su propio sueño

Racing volvió a perder y llegó a su sexta derrota en los últimos ocho partidos, algo que raya el papelón porque lo aleja cada vez más de la clasificación.

 

Una nueva desilusión de este Racing de Costas que me da la sensación de que al enfocarse obsesivamente en los objetivos internacionales conscientemente o no dejó de valorar el torneo de La Liga, porque aunque corren y luchan hay un motivo que los lleva a desconcentrarse,  sobre todo después de la conquista de la Recopa ante Botafogo, donde el equipo pareció aislarse totalmente del campeonato para vivir el sueño de la Libertadores y salvo el primer tiempo del clásico, nunca pudo volver a jugar bien, incluso en los dos ganados, una desconexión que también Costas confirma en algunas de sus declaraciones.

Si bien es cierto que el hecho de jugar tan seguido no permite recuperarse, solo me queda repetir que para llevar adelante el juego intenso que propone Gustavo Costas, ese  que se pudo apreciar en las disputas internacionales, el equipo debe estar mental y físicamente al 100%, algo que nunca se pudo ver en los últimos partidos, por lo que Racing pasó a depender de como están en cada encuentro el  “pulpo” Nardoni y  los indiscutidos Salas y “Maravilla”, jugadores que ojalá nunca falten.

El partido de ayer era casi definitivo para clasificr y aunque el local quiso hacerse cargo del mismo, Racing no sufría tanto y además encontraba en algunos contragolpes espacios como para complicarle la vida al Independiente mendocino y en un tiro libre ejecutado por Vietto, Nardoni sorprende en el primer palo y pone en ventaja a la Academia.

Racing no hacía un gran partido pero Independiente tampoco llegaba demasiado y hasta ahí Cambeses respondía bien, pero en el segundo tiempo me parece que la lesión del jugador Ramis, que sufrió una fractura en una jugada donde no hubo mala intención por parte de Nardoni, creó una situación que después de muchos minutos terminó desconcentrando un poco al equipo, porque el público y en el rival tomaron el hecho como para hacer justicia contra y el partido se convirtió en una batalla, sumándole que quince minutos más tarde llega el gol de Barbieri que se mete entre un Colombo hipnotizado por la pelota y un Rojas que llegaba cansado y tarde.

Eso reavivó la llama de la esperanza para los locales y aunque Racing tenía alguna que otra llegada como la del remate de Rojas, ya se le notaba que había bajado mucho se entrega física, pero Costas seguía sin hacer cambios, viendo que Villa ya comenzaba a pesar más sobre la izquierda ante un Martirena que no podía controlarlo y que obligaba a Di Césare a sumarse a la marca,  que el medio salvo Nardoni hacía agua por todos lados porque Almendra estaba fusilado al igual que Vietto, que sin mucho resto físico perdía muchas pelotas por demorar el pase.

Y entonces “otra vez sopa”, porque cuando menos lo esperábamos, Cambeses que venía teniendo un una buen rendimiento, sale a buscar un centro desde lejos y al querer retenerla con las manos -a mi forma de ver debía usar los puños o embolsarla- se le escapa  y Barbieri que estaba al acecho casi llevándosela por delante concreta el gol, que hace que el arquero de Racing pasara a ser el culpable de la película, un error quizás  por querer anticiparse para jugarla rápido pero que lo vuelve a poner en la discusión de si es un buen arquero o no, aunque también deberíamos recordar que si no fuera por él, entre San Lorenzo y Unión nos hubiéramos comido10 goles.

El gol fue un cachetazo para Costas que pareció salir del letargo cuando hacía media hora el equipo pedía a gritos los cinco cambios y rápidamente buscó, primero en Balboa por Colombo y después en “Totó” Fernández por Almendra, las soluciones para llegar a un empate que se pudo haber logrado en algunos intentos sobre el final donde se metió como lo tenían que haber hecho antes.

Por último y con todo respeto por Gustavo, le diría que los sueños son hermosos cuando hay aspiraciones a lograr algo importante y al igual que usted todos los racinguistas también los soñamos, pero no se puede vivir soñando, porque la vida se vive despierto para mirarse hacia adentro y entender por ejemplo, que es lo que le pasa al equipo en el torneo local, porque su Racing está enredado en su propio sueño y la mejor forma de encontrar la solución es tranquilizarse y reflexionar con su gente sobre todo lo que están haciendo mal y no desahogarse con los hinchas porque a veces no coincidimos, algo que usted debe saber aceptar ya que es uno de los nuestros, por eso es tan respetado y tan querido.

Vamos Racing carajo!

Hasta pronto.

FUENTE

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Lococo

Pascual

El hincha que hincha. Un hincha de Racing Club de Avellaneda, con todo lo que eso significa.

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