
Figura: Los huevos del equipo
En la victoria ante Estudiantes por uno a cero, la muestra de carácter y valentía de todos los jugadores fue lo sobresaliente del encuentro.
En la noche de Avellaneda, Racing puso lo que había que poner para dejar los tres puntos en casa. Con el rival metido atrás durante los noventa minutos, la presión de estirar la ventaja en la cima del campeonato y con miles de almas alentando, la academia demostró que dejará todo para alcanzar el principal objetivo.
A priori, se intuía que el desarrollo del cotejo se iba a dar cómo se dio. Con la tenencia del balón en un gran porcentaje para el local y la visita expectante ante algún error para comenzar el contraataque. Es por esto, que los dirigidos por Eduardo Coudet fueron pacientes hasta encontrar el lugar para el gol de Darío Cvitanich.
Racing no la pasó mal por el rival, sino por la vorágine de un partido que no pudo liquidar y que hasta último momento lo tuvo en velo para festejar. No tuvo la contundencia de otros encuentros pero mantuvo la calma, supo manejar los tiempos y demostró el carácter que se necesita para ser CAMPEÓN.

Periodista
Juan Paulo Bustamante
Periodista especializado en Deportes (ISEC) Socio 24199 #YoMilito #RacingPositivo