Racing fue a jugar a Mendoza pensando en Avellaneda
Con desesperación y de arremetida Racing sobre el final rescató un punto en su visita a Mendoza y continúa liderando la Zona B de la Copa de la Liga.
Con un Racing que casi sorprende de entrada, por una buena trepada de Rojas que descarga para Martirena y su centro es dejado pasar por Rojas para que Roger quizás apresurado, remate apenas desviado, un arranque interesante pero increíblemente el equipo fue perdiendo intensidad y como si estuviera previsto todos entraron en un estado de adormecimiento que los llevó a tener movimientos lentos y a lateralizar o tocar hacia atrás, lo que le permitió crecer a Godoy Cruz.
Alguna causa los llevaba hacer generalizada esa manera de jugar, especialmente a no exigirse, podía ser el clima, el campo de juego… pero sin saber a ciencia cierta, me inclino a pensar que todo pasó porque Racing fue a jugar a Mendoza pensando en Avellaneda y en lugar de estar mentalizados para ganarle a Godoy Cruz, sus cabezas estaban pensando en lo que se viene el próximo sábado en el Cilindro, donde van a tener que poner el cuerpo y el alma para ganar ese partido.
Y Godoy Cruz lo comenzó a incomodar a Racing con centros cruzados donde un Arias alterado por que el equipo no reaccionaba no solo se desesperaba dando indicaciones, sino que hasta tuvo que salir a cortar un avance cerca del córner.
Esa casi despreocupación por el juego llevó al equipo a un desorden inevitable porque a partir de los veinte minutos los intentos ofensivos de Godoy Cruz se hicieron incontrolables para la línea de tres armada con los chicos Rubio y Kozlovsky junto a un Piovi que juega como un distinguido, pero comete errores como un amateur, con el agregado de que sufrían la falta de contención en el medio campo, donde un Jonathan Gómez enredado y un Nardoni intenso se veían confundidos al igual que Martirena y Rojas, con el agravante de que Quintero no participaba, Ojeda solo tocaba hacia atrás y Roger Martínez aislado, era el único que en algún que otro control mostraba su calidad, aunque tampoco estuvo acertado en sus intervenciones.
Con una falta total de respuestas Racing pudo finalizar ese primer tiempo con un empate pero mostrando una pobre imagen, cuando todos esperábamos ver a un equipo que iría por la victoria que lo colocaba en una mejor posición en la tabla.
En el segundo tiempo y seguramente para buscar más equilibrio en la mitad de cancha Gago reemplaza a Rubio con Almendra, esto hacía suponer que Martirena y Rojas pasarían a formar una línea de cuatro en el fondo, pero no fue así, porque a partir de allí Racing dejó atrás a Kozlovsky y a Piovi solos, por lo que comenzó a jugar al borde del abismo.
Y a los tres minutos un error Almendra y de Kozlovsky, llevan a un Arias enloquecido, a dejar el arco para ir a disputar la pelota fuera del área, pero es superado y con el arco desguarnecido la pelota le llega a Muñoz que por suerte remata afuera.
Pero todo parecía ser cuestión de tiempo y unos minutos más tarde, una pelota larga desde el fondo mendocino deja a Allende sobre la derecha mano a mano con Piovi quien llegando al área en lugar de hacerlo ir para su pierna hábil, lo va a buscar como para en forma grotesca taparle un remate, que el jugador del local transforma en un enganche hacia adentro, haciéndolo pasar de largo para luego convertir con un remate al segundo palo, un gol que dejaba en decisiones que no se entienden, porque dejar mano a mano al chico Kozlovsky y a un Piovi que marca cada vez peor, me parecía un suicidio.
Minutos más tarde Oroz reemplaza a J. Gómez y el equipo después de recibir ese cachetazo comienza a despertarse como dándose cuenta de que no era positivo ir a jugar el clásico con una derrota en sus hombros y Martirena finaliza una jugada que inicia Quintero, continúa Almendra y Roger la abre para el lateral que saca un fuerte remate pero se va por sobre el travesaño, un par de minutos después otra vez los mismos intérpretes con el agregado de Rojas que remata también alto.
Era evidente que el gol en contra sirvió para hacer reaccionar al equipo, para salir de ese extraño letargo y también para demostrar que Almendra por su juego, su inteligencia y su claridad es un jugador que debe integrar el equipo titular.
Faltando veinte minutos un planchazo de Galdames sobre el tobillo de Nardoni, deja a Godoy Cruz con un hombre menos, algo que sin dudas le daba una ventaja a este Racing de Gago que estuvo a punto de empatar a través de Roger Martínez, pero que a mi modo de ver, tardó en hacer entrar a Hauche, que reemplazó a Martirena.
Minutos después Hauche para Juanfer y este para Oroz, que sobre la derecha en el área, gira y de zurda la pone sobre el segundo palo, pero la pelota pega en el travesaño, todo era de Racing, pero le faltaba el toque final que llega sobre la hora, cuando Rojas habilita a Roger sobre la izquierda afuera del área quien enganchando hacia adentro paralelo a la línea de fondo saca un remate que parecía un pase, raro, que se clava junto al segundo palo sorprendiendo no solo al arquero sino también a Gago.
Un empate que le daba fuerzas anímicas para lograr algo más que casi llega al minuto y medio de descuento cuando Rojas después de varios rechazos la mete de zurda, pero a pedido del VAR el gol es anulado por estar Hauche apenas adelantado cuando recibe sobre la derecha.
Ahora si a pensar solo en el sábado para ganarle a Independiente, con un Cilindro colmado que alentará como siempre, esperando ser correspondido por los jugadores en el campo de juego.
¡Vamos Racing carajo!
Hasta pronto.
Lococo
Pascual
El hincha que hincha. Un hincha de Racing Club de Avellaneda, con todo lo que eso significa.