Racing, Perón, el bombardeo y la prohibición
La unión entre la estadía de Juan Domingo Perón y Racing es muy evidente, es por ello, que el club no es ajeno a los bombardeos de 1955 para derrocar a su gobierno, de hecho sufrió varios condicionamientos desde ese punto nefasto de la historia Argentina.
La relación entre Juan Domingo Perón y Racing comenzó durante su primer mandato presidencial (1946-1952). El Presupuesto Nacional de 1947 y la autorización al Poder Ejecutivo otorgó créditos para la construcción de instalaciones deportivas, aquí fue muy importante Ramón Cereijo, ministro de hacienda de aquella época. Fue entonces cuando los dirigentes de La Academia accedieron a un préstamo de 3 millones de pesos (una fortuna para la época) para la edificación del Cilindro.
El estadio, un gigante con capacidad para 100 mil personas, fue inaugurado el 3 de septiembre de 1950, en la victoria por 1-0 sobre Vélez. Ese año Racing fue bicampeón; al siguiente, tricampeón. Pero el torneo de 1951 no fue uno más: la final fue contra Banfield, el favorito de Evita por ser el más humilde.
Sin embargo, algo cambiaría el 16 de junio de 1955. Allí, sucedía un hecho trágico, el bombardeo a la Plaza de Mayo. 37 segundos que se convirtieron en el peor atentando terrorista de la historia argentina. Tropas de la marina atentaron contra el gobierno de Juan Domingo Perón, El pueblo que estaba movilizado en la Plaza recibió 9500 kg de explosivos por parte de 34 aviones. Esto desencadenó 364 muertes y más de 800 heridos.
Esta acción de cobardía contra los ciudadanos, terminaría con el golpe de Estado de septiembre de 1955. Una sublevación cívico-militar que derrocó al gobierno constitucional encabezado por el presidente Juan Domingo Perón y estableció una dictadura cívico-militar encabezada por el general Eduardo Lonardi que se autodenominó «Revolución Libertadora».
Surgiría el Decreto Ley 4161, sancionado por el general Pedro Eugenio Aramburu, presidente de facto, junto al vicepresidente y todos los ministros de la dictadura autodenominada «Revolución Libertadora». El 5 de marzo de 1956, se prohibía pronunciar los nombres de Juan Domingo Perón y Eva Duarte de Perón, así como cualquier mención referida a la ideología peronista o que propagandizara al peronismo.
Este decreto formó parte de la política llamada «desperonización» de la población. El decreto en cuestión estuvo vigente desde marzo de 1956 hasta el 18 de noviembre de 1964 (con excepción del período de la presidencia de Arturo Frondizi). Aquí Racing, desde el año 1955 hasta 1973, obligatoriamente hizo que su estadio pase de llamarse «Estadio Presidente Perón» a «Estadio Racing Club» por el decreto.
Si Racing no acataba dicha disposición se arriesgaba a que sus dirigentes sean condenados de 30 días a 6 años de prisión y que el club tenga una multa que iba de los 500 al millón de pesos moneda nacional. Además, podía estar expuesto a una clausura de 15 días o para siempre si existiese reincidencia.
En febrero de ese año, Racing expulsó como socios honorarios a Juan Domingo Perón, Juan Atilio Bramuglia (ex ministro de Relaciones Exteriores) y Ramón Antonio Cereijo, (ex Ministro de Hacienda). Ellos junto a Perón habían dado prácticamente el 3 de septiembre de 1950 el puntapié inicial en el partido de inauguración del estadio que se había bautizado como “Presidente Perón”. La norma sería derogada el 18 de noviembre de 1964, durante el gobierno de Arturo Illia, pero Racing sufriría cosas aún más graves durante las próximas etapas dictatoriales en Argentina, como lo fueron los fusilamientos en el Cilindro.
En los últimos años surgió desde las redes una ola minoritaria que sugiere cambiarle o adjuntarle otro nombre al estadio, uno más relacionado a la historia dentro del campo, como el de Juan José Pizzuti. Hoy en día no está la idea de cambiar el nombre, pero más allá de los debates que puede tener el nombre del ex Presidente en el estadio, hay que reconocer que en la historia del club, Juan Domingo Perón y Racing Club siempre estarán ligados de forma directa e indirecta.
Redactor
David 'Toty' Pintos
Amo Avellaneda. Amo la UNDAV. Amo estar haciendo periodismo en la vereda correcta.
Comments (1)
Donato
Es UNA EXIGENCIA AVASALLANTE Y MAYORITARIA, de la hinchada que DESEAMOS CAMBIARLE EL NOMBRE AL CILINDRO; Obvio que LO LOGRAREMOS. En este momento, ese es un tema menor; hay otras prioridades. Estamos reflexionando sobre tres posibles nombre: 1) Juan José Pizzutti, 2) Estadio del Primer Campeón Mundial Argentino 3)Abierto a un Concurso con opinión de los inscriptos.