Racing reloaded, parte 2

Verano de 2018. Víctor Blanco acababa de ser reelegido como Presidente de la institución y Diego Milito asumía su nuevo rol de Manager, encabezando la flamante Secretaría Técnica.

La primera gran decisión en conjunto fue la de ir a buscar a Eduardo Coudet como entrenador del primer equipo, un viejo anhelo del Presidente. En primera instancia, respecto al plantel que dejaba Diego Cocca, se decidió prescindir de los futbolistas que no estaban cumpliendo con las expectativas y en su lugar, llegaron algunos otros que -a la postre- terminaron jerarquizando el equipo: Sigali, Donatti, Dominguez, Cardozo y el regreso de Centurión.

Ya desde el comienzo, y a pesar de tenerla que remar desde bastante atrás en la Superliga 2017-18, se vió el sello de Coudet: un equipo intenso y protagonista. En aquella primera versión de “Chacho”, se veía un equipo que destacaba por la transición defensa-ataque y le tocaba sufrir un poco en la otra, la de ataque-defensa. En el aspecto ofensivo, brillaron el desequilibrio de Centurión y la notable contundencia de Lautaro Martínez. Ellos fueron los dos “anchos”de aquel primer semestre de 2018.

Todo parecía ir por el buen camino, pero la noche el miércoles 29 de Agosto fue el primer punto de inflexión en el proceso de Coudet al frente del equipo. Racing perdía categóricamente en el monumental por 3-0 ante River por los octavos de final de la Copa Libertadores y se despedía de su gran objetivo del año dejando una imagen decepcionante. Prácticamente ningún futbolista estuvo a la altura de semejante partido y el DT decidió meter mano para lo que vendría después.

El domingo 2 de septiembre de 2018, cuatro días después de aquella dura derrota y en una mañana fresca pero soleada en Avellaneda, Racing le ganó a Central por 2-0, asaltaba la punta del campeonato y nuevos jugadores tomarían protagonismo: Arias, Mena, Chelo Díaz, Pol Fernández, Solari y Cristaldo.

El equipo continuó siendo protagonista, pero la fisionomía del equipo había mutado un poco: ya no era ese equipo eléctrico y demoledor arriba, pero tampoco frágil y desequilibrado en las transiciones defensivas. Ahora, con los ingresos de Díaz y Pol, el equipo ganó en mayor pausa, tenencia y mejor calidad en la elaboración de juego. Las corridas de Centurión ahora las hacía Solari, los goles que dejó Lautaro ahora los metía Lisandro y las grandes atajadas de Musso ahora las haría el sorprendente Gabriel Arias, con el plus de la mayor experiencia en Primera División.

Con algún fino retoque para 2019 (el ingreso de Cvitanich por Cristaldo), éste sería el modelo de equipo que terminaría consagrándose merecidamente como Campeón de la Superliga. Fue el equipo que mas partidos ganó (17), el que menos perdió (2), el más goleador (43), el que menos goles recibió (16), y como frutilla del postre, tuvo a Lisandro López como goleador del torneo con 17 tantos y 36 años, el artillero mas longevo que tuvo el fútbol argentino. El Racing recargado de aquel Agosto terminó dando muy buenos resultados.

Inmediatamente de terminada la Superliga, y por esas cosas inentendibles de los cráneos que organizan el fútbol argentino de hoy, Racing debió jugar una nueva competencia (La Copa de la Superliga) donde pasó sin pena ni gloria. Para algunos, se trató de un rendimiento bajo a causa del desgaste previo en la Superliga; para otros, fue una decepción donde realmente se podría haber llegado mas lejos si el nivel de concentración e intensidad hubiese sido otro.

Finalmente, con la buena noticia de la confirmación de Coudet como entrenador y de la continuidad de los jugadores mas importantes en el plantel, llegamos al presente actual.

En lo que va del receso, Racing ha vendido a dos de sus jugadores titulares al fútbol del exterior: Pol Fernández y Renzo Saravia. Y también, se ha desprendido de otros varios futbolistas que no tuvieron demasiada continuidad en el último tiempo y tampoco la iban a tener de permanecer en el plantel (el caso Centurión es aparte).

Para reemplazar esas salidas y sumar características que escaseaban, La Academia se ha reforzado muy bien. Llegaron tres volantes como Matías Rojas, David Barbona y Walter Montoya. Aún resta llegar un lateral derecho para reemplazar a Saravia y saber si también llegará un delantero más (hoy el único nombre que suena es el de Reniero).

Aquí es donde asistiremos a un nuevo Racing reloaded.El primer semestre de 2019, que terminó por consagrar al equipo Campeón, encontró a un equipo sólido en defensa, pero con menos brillo y frescura adelante; la llama de la voracidad ofensiva se estaba apagando de a poco. Y mucho de eso tuvo que ver la falta de variantes en el mediocampo. Racing se había vuelto un equipo previsible, lento para generar, con jugadores a los que les costaba desequilibrar en el mano a mano (a excepción de Zaracho) y los rivales le habían tomado el pulso. Faltaba sopresa.

En una de sus últimas conferencias de prensa previas al receso, Coudet tomó nota de esto y declaró públicamente: “Seguramente vamos a pedir jugadores con características que hoy nos están faltando”.  Por este motivo es que llegaron Barbona y Montoya. Dos mediocampistas con características ofensivas, dinámicos, desequilibrantes, con técnica y llegada al gol.Por otra parte, si bien el fuerte de Rojas es la pegada, también ha demostrado en Defensa ser un jugador con capacidad para asociarse al circuito de juego colectivo.

En este sentido, puede ser que para la temporada 2019-20 que está a punto de comenzar, veamos a un equipo más parecido al del primer semestre 2018 que al del último Campeón. Si bien no dejan de ser meras especulaciones, las características de los jugadores recién llegados, sumado a las recientes carencias futbolísticas vislumbradas en el último tiempo, pueden llegar a dar un cierto indicio de esto.

Finalmente, lo que no hay que dejar de destacar y resaltar, es que Racing seguirá defendiendo una ideología de juego adquirida que muy bien le supo inculcar su entrenador, y muy probablemente, seguirá siendo protagonista de todos los frentes que le toque afrontar.

Foto: Prensa Racing Club