Para 1951 Racing llegaba con dos campeonatos ganados (1949 y 1950) y aspiraba a conquistar un nuevo torneo. Llegaron como refuerzos: el defensor Juan Carlos Giménez (Huracán), el delantero Alberto Cesáreo (Boca) y el arquero Héctor Grisetti (Banfield).
El 15 de abril comenzó el torneo y La Academia empató con Newell’s por 1-1 (Sued). Así formó ese día: Rodríguez, H. García, García Pérez, R. Fernández, Giménez, Gutiérrez, Boyé, Méndez, Bravo, Simes y Sued.
En la cuarta fecha logró su primera victoria venciendo a Estudiantes por 1-0 (Blanco). Perdió con River por 2-0 (3º fecha) y empató con Independiente por 1-1 (10º) y Boca por 1-1 (13º). Hilvanó tres victorias consecutivas: a Velez por 1-0 (14º), a San Lorenzo por 2-0 (15º) y a Atlanta (16º). La posiciones al término de la primera rueda: Independiente 22 puntos, Banfield 21 y Racing 20.
En la 20º fecha Racing goleó 5-3 a River con goles de A. Pérez (e/c), Ameal, H. García de penal y Blanco x2. Por su parte el «Taladro» banfileño se mostraba como el gran competidor de La Academia. Las recurrentes lesiones de Norberto Méndez y Rubén Bravo obligaron a modificar parte del juego vistoso de los años anteriores.
Con la lucha palmo a palmo entre los dos conjuntos se llegó a la última fecha. Racing venció 5-3 a Lanús con goles de Blanco x2, Cupo x2 y Boyé, mientras que Banfield derrotó 5-0 a Independiente. El desempate se jugaría a dos partidos en la cancha de San Lorenzo.
El primer encuentro se jugó el 1º de diciembre y terminó 0-0. La revancha se jugó el 5 de diciembre y fue victoria de La Academia por 1-0 con gol de Boyé. Así formó el equipo: Grisetti, H. García, García Pérez, Giménez, Rastelli, Gutiérrez, Boyé, Ameal, Bravo, Simes y Ezra Sued.
«La jugada comenzó sobre la izquierda; entró en posesión de la pelota Bravo, la pasó a Ameal y éste la «chanfleó» en dirección al puntero. Bagnato, que saliera a interceptar el pase, quedó fuera de acción ante la jugada precisa de Ameal. Y el violento taponazo llegó a la red. Hasta ese momento Boyé no había podido tirar de derecha cada vez que entró en juego cerca de la valla adversaria, Bagnato le cerraba el camino y el winger tenía que describir un semicírculo para shoteer de izquierda. Esa vez quedó libre. Fué la única. Así fue el gol que habría de definir la posesión del título en favor de Racing. En un partido en que las defensas superaron a los ataques, en que se jugó desordenadamente y con muchas interrupciones, brindándose un espectáculo lejos del simpático anterior, Racing ganó. El gol fue legítimo; en consecuencia, también lo fue su victoria».
La campaña fue de 34 partidos con 17 victorias, 13 empates y 4 derrotas con 61 goles a favor y 37 en contra. El goleador fue Llamil Simes con 15 conquistas.
Fuente: revista El Gráfico
Periodista UAJFK. El fútbol se juega con los pies y se siente con el corazón. Guardiolista de la primera hora.
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