Se cumplen seis años de la despedida de Milito

El 21 de mayo dejó de ser un día más para el mundo Racing a partir del año 2016, ese día, en un partido en el que la Academia no se jugaba absolutamente nada más que completar su participación en el torneo. Los hinchas llenaron el Cilindro con un solo motivo: Despedir a Diego Milito.

El día comenzó repleto de emociones para el Príncipe, en la mañana de ese sábado nació su hija, que mejor noticia para arrancar una jornada que se venía muy cargada. Ya desde la entrada en calor la gente le hizo sentir todo el cariño y el amor que le tiene. Cuando tocó su primer pelota el estadio se vino abajo para aplaudirlo. Tardó solo 17 minutos en convertir el primer gol gracias a un penal. Dos minutos más tarde, nuevamente tuvo la chance desde los 12 pasos. Algunos creen que lo malogró a propósito para dejar en 22 los goles desde su vuelta a mediados de 2014, un número que lo marcó por completo.

Justamente a los 22 minutos, se produjo la mayor explosión aquella tarde en Avellaneda, desde los cuatro costados bajaron los aplausos, las ovaciones e incluso alguna lagrima. Era normal leer en banderas o escuchar a diferentes hinchas decir que no va alcanzar la vida para agradecer lo que Milito hizo por Racing, y así será siempre sin ningún tipo de duda. Se dice que pidió que no se realice el homenaje que se tenía preparado post partido porque Diego no quería emocionarse más, necesitaba culminar con un momento tan difícil para cualquier futbolista.

Desde el momento en el que volvió, se sabía que lo hacia pensando en que se retiraría en Racing. Tras seis meses de su vuelta fue el gran líder del equipo que se coronó campeón luego de 13 años sin hacerlo. Fue uno de los motivadores del Racing positivo, algo que algunos siguen manifestando hasta el día de hoy. A partir del título obtenido se puso como objetivo pelear la Copa Libertadores. Se hizo un gran certamen en 2015 en el que la Academia quedó eliminada e cuartos ante Guaraní en una serie de la que es muy difícil sacarse la bronca. En 2016 la volvió a jugar y quedó eliminado en Octavos de final.

Lo que pocos recuerdan es a que Racing volvió Diego Alberto, teniendo la posibilidad de seguir su brillante carrera en Europa ganando muchísimo dinero. Decidió retornar a un conjunto de Avellaneda que había hecho una de las peores campañas de su historia. Terminando al borde del último lugar y hasta coqueteando con el descenso. Dirigencialmente había una duda enorme. Cogorno y Molina, presidente y vicepresidente de la institución respectivamente, se habían peleado un año antes y presentaron su renuncia. Lo que hizo asumir a Blanco, quien decidió traer a Diego Cocca, un entrenador con el que legaron 13 refuerzos.

Lo más fácil era decir que era un equipo en formación, que podía intentar pelear el campeonato pero sin prometer nada. Milito aseguró que volvió para ser campeón y cumplió con creces. Luego de su retiro llegaron dos grandes momentos. Uno fue el homenaje que se le hizo cambiándole el nombre a una de las calles adyacentes al Cilindro colocando el suyo. Y el otro fue cuando decidió ser el secretario técnico de Racing, rol en el que obtuvo dos títulos más y del que lamentablemente decidió renunciar a fines de 2020.

No hay día en el que algún hincha no pida por favor que vuelva a formar parte del club. Son dos polos que se necesitan mutuamente. Racing necesita a Milito y Milito necesita a Racing. Por ahora no se habla de ninguna vuelta, veremos que ocurre con el paso del tiempo. Lo que si sabemos es que ni tiene que pedir permiso. Porque Racing, Racing es y será siempre su casa.