Sin palabras

Escribo, borro, escribo, borro. No encuentro palabras para describir este momento. No encuentro una explicación para este presente, o quizás sí. Quizás son muchas las razones para que hoy, por el torneo, hayamos perdido por tercera vez consecutiva de local. Por séptima vez en el torneo, casi la mitad de los partidos disputados.

Encontrar culpables es un tema complejo, todos en cierta parte tenemos un poco de culpa, sí, inclusive nosotros, los socios e hinchas, aunque para mí el mayor culpable de todo esto es Víctor Blanco, el presidente, que sabiendo el año que se le venía a Racing no apostó en traer reemplazos para los jugadores que emigraron. No hay un reemplazo de Mena, tampoco de Nery Domínguez, ni de Alcaraz y así podría seguir.

También es culpable Rubén Capria, el manager, que quizás desde su inexperiencia o poco conocimiento, trae jugadores costosos que no demuestran estar a la altura de la situación.

Por otro lado, no menor, otro culpable es Gago que repite errores partido tras partido, que no tiene autocritica, que no reconoce que se equivoca, que insiste en jugadores que todos, menos él, vemos que no están para jugar en la máxima liga de Argentina.

Y sí, también es culpa del socio e hincha porque somos los que tenemos que exigir, los que no tenemos que olvidar la historia que sembramos, pensar más en Racing y no tanto en los demás. Porque aunque nos enoje que haya jugadores que no estén a la altura de la situación, son quienes visten nuestros colores y hay que apoyarlos.

No voy a ser hipócrita porque yo también me enojo, yo también los puteo, yo también grito para sacar toda la decepción que siento al ver que de los últimos seis partidos solo sacamos un punto, un empate ante el peor Independiente del siglo, que hicimos solo 6 goles pero recibimos 15, que tengamos medio plantel lesionado, que el equipo no da seguridad en defensa y que cada vez las llegadas al arco rival sean menores.

Estoy triste, sí, pero estoy segura que todos juntos vamos a revertir esto porque somos Racing y salimos de peores. Eso sí, como dijo Licha, el que se quiera ir, que se vaya. No jueguen con los colores, el amor y la pasión de miles de personas.